BLOG

02 Dic 2015
actitud positiva - google images

Actitud positiva: una protección para el sistema inmunológico

Cada vez son más los estudios y las investigaciones científicas que concluyen que vivir la vida con una actitud positiva aporte cosas buenas a nuestro organismo. La medicina y la neurociencia actual aportan datos muy interesantes acerca de lo que significa vivir con una actitud positiva.

¿Qué es una actitud positiva?

La actitud positiva puede definirse como el ánimo con el que enfrentamos una situación determinada que nos lleva a entender que vamos a afrontar lo que venga de la forma más beneficiosa para nosotros.

actitud positiva - google images

Pensar en positivo no significa que todo le parezca a uno bien. Pensar en positivo consiste en tratar de comprender la realidad lo mejor que podamos y enfocarnos en aquellos aspectos beneficiosos que podemos manejar y que nos permitirán avanzar.

Es decir, mantener una actitud positiva ante la vida significa ser una persona optimista ante la vida.

¿Qué cosas buenas nos aporta, físicamente, una actitud positiva?

Uno de los aspectos más importantes es que mantener una actitud positiva fortalece el sistema inmunológico. El sistema nervioso central es quien regula el sistema inmunológico. Por tanto, la influencia de las emociones sobre el sistema inmunológico es directa.

Un estado positivo ‘es fundamental porque las funciones del organismo responden mejor ante cualquier agresión externa’, según Ascensión Marcos, Profesora de Investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

De hecho, la actitud de los pacientes frente a una enfermedad determina la forma de reaccionar ante la curación. Las personas con actitudes positivas colaboran con el médico y modifican sus conductas y pautas mentales. En cambio, cuando la actitud tiende hacia la derrota, se activan mecanismos relacionados con el estrés, con la consiguiente aportación de cortisol (la tóxica hormona del estrés) al torrente sanguíneo y puede conducir a la depresión y a la desesperanza.

Recuerdo un caso que me ocurrió personalmente hace más de 15 años ya. Una persona muy cercana a mi estaba recuperándose de un grave accidente y, en una de nuestras revisiones al hospital, el médico nos pidió que pasásemos a visitar a otro paciente que estaba pasando por momentos parecidos a los que había vivido mi amigo. El médico nos comentó que nos pedía ese favor porque la actitud del paciente era muy negativa y estaba dificultando mucho su recuperación. Y como no cambiara su manera de afrontar la situación, podría llegar a perder sus dos pies. Entre visitas como la nuestra y cierto tratamiento psicológico consiguió salir de aquella situación de la mejor manera posible. Esto ocurrió hace ya más de 15 años, cuando todavía no había estudios al respecto de estas cuestiones… A día de hoy que la ciencia lo ha demostrado, se ha convertido en una cuestión mucho más importante.

Las personas con optimismo confían más en los tratamientos médicos, lo que les permite una recuperación más rápida. Además, el optimismo influye en los tiempos de recuperación de una enfermedad porque sólo el hecho de que un paciente esté predispuesto a curarse hace que su organismo sea más receptivo al tratamiento.

Todos estos temas, acerca de la recuperación ante una enfermedad, están íntimamente relacionados con un sistema inmunológico más fortalecido.

¿Mantener una actitud positiva significa no tener problemas?

Los problemas y los conflictos son inherentes a los seres humanos. Son barreras y obstáculos que debemos superar y de las que podemos aprender.

Mantener una actitud positiva ante la vida no significa que los problemas desaparecen.

Mantener una actitud positiva ante la vida significa que abordamos los problemas desde perspectivas opuestas al vistísimo o a la derrota. Significa que aportamos soluciones a los problemas existentes y nos ponemos en marcha para solucionarlos. Y significa que cuando un problema no tiene solución, este no permanece dando vueltas en nuestro cerebro sin dejarnos avanzar.

No es cuestión de no tener problemas, sin de la forma en que los enfrentamos.

Si no te sale de manera natural, ¿es posible desarrollar una actitud positiva ante la vida?

La plasticidad de nuestro cerebro nos permite desarrollar casi todo lo que nos propongamos. La cuestión fundamental reside en querer cambiar las cosas. Y desde esa motivación al cambio, casi todo es posible para el ser humano.

¿Cómo podemos potenciar el desarrollo de una actitud positiva permanente?

No es un camino fácil, pero sí es un camino posible.

El primer paso es reconocer nuestros pensamientos negativos. Muchas veces nos pasan desapercibidos porque funcionan en automático desde nuestro inconsciente. Y nos limitan. Por tanto, reconocerlos supone el primer paso para detenerlos.

Detener los pensamientos negativos es complicado al principio, pero una vez que nos acostumbramos a hacerlo, resulta mucho más fácil acallarlos cuando aparecen. Podemos, para empezar, intentar disminuir los extremos ‘siempre/nunca’ o ‘todo/nada’.

Vivir más en el presente que en la anticipación. Preocuparse por lo que puede ocurrir o no mañana no es el mejor aliado para desarrollar una actitud positiva. Saborear el momento y degustar lo que te aprecia cada día ayuda a desarrollar una actitud positiva.

Valorarse a uno mismo. Buscar ese valor que corresponde a cada uno y que nos diferencia de los demás hará que broten de nosotros pensamientos constructivos y optimistas.

Dar importancia a las cosas positivas y verbalizarlas, aunque sea por escrito. Tomar consciencia de todo lo positivo que nos rodea nos ayuda a desarrollar una actitud positiva.

Con imágenes…

Hay un vídeo de Alice Sommer Herz, una superviviente del holocausto, que con sus 108 años nos decía que lo más importante de la vida es el optimismo.

admin

Mis valores son la flexibilidad, el respeto y la comunicación. Consultora, Formadora y Coach en coaching organizacional, desarrollo de habilidades de dirección y comunicación interpersonal y organizacional. Me entusiasma acompañar en las transformaciones de las personas y las organizaciones a través de la consultoría y la formación.

Escribe tu comentario