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07 Dic 2020
Dónde reside la felicidad

Buscar la felicidad en los lugares adecuados

Hay una anécdota muy sonada que cuenta lo siguiente…

‘Un día, un borracho se puso a buscar las llaves que había perdido debajo de una farola. Llegó otro borracho y le preguntó qué estaba haciendo y se puso a ayudarle a buscar esas llaves perdidas.

Un policía que pasaba por allí les vio buscando algo y les preguntó. Los borrachos le contaron que buscaban unas llaves. El policía se quedó mirando un rato y viendo que por allí no había ninguna llave, les volvió a preguntar si las llaves las habían perdido allí. El primer borracho contestó y dijo que las había perdido más atrás, pero que aquí había más luz para encontrarlas…’

Esta anécdota me dio que pensar si en ocasiones nos ocurre que nos vemos atraídos por la luz y comenzamos a buscar nuestra felicidad en sitios iluminados, pero, al fin y al cabo, equivocados.

Nos dejamos deslumbrar por la luz del dinero, de las casas bonitas para las que tenemos que embarcarnos en grandes hipotecas, de los coches de lujo… y nos olvidamos de dónde reside la verdadera felicidad.

 

Las cosas materiales no nos dan la felicidad…

 

Las cosas materiales se encuentran fuera de nosotros mismos… son las cosas que poseemos… y, aunque nos pueden dar satisfacciones momentáneas, realmente en cuanto poseemos algo, al poco tiempo se nos ha pasado esa euforia que nos provoca haberlo conseguido.

En este sentido, hay otra frase que dijo Elizabeth Taylor cuando le robaron joyas en su casa, que la incluí en mi lista de frases para recordar…

 

‘Yo no lloro por aquellas cosas que no llorarán por mí’. (Elizabeth Taylor).

 

Genial! Porque no deja su felicidad en manos de aquello material.

Entonces… si la felicidad no reside en la posesión de cosas materiales…. ¿dónde podemos encontrarla?

 

La neurociencia nos da mucha información acerca de la felicidad…

 

La neurociencia muestra cómo los ambientes positivos modifican el cerebro (neuroplasticidad) hacia la felicidad y el bienestar.

Los estados de ánimo son contagiosos. Así, una persona que manifieste alegría y se sienta bien, contagiará ese estado de ánimo a su alrededor. La felicidad se puede transmitir sólo por el hecho de tratar a las personas de nuestro entorno con amabilidad.

En el trabajo, por ejemplo, las personas felices son más capaces de encontrar nuevas oportunidades que la gente infeliz. Nuestro cerebro está preparado para crear conexiones y rutas neuronales en función de nuestro comportamiento y nuestra actitud. 

También ocurre al revés… las personas malhumoradas o enojadas pueden provocar un deterioro del ambiente en el que se encuentran.

Por tanto… ¿en qué medida nuestra felicidad tiene más que ver con aquello que somos que con aquello que poseemos?

Lo que sí es cierto es que las personas felices tienden a rodearse de personas que también lo son, según un estudio realizado ya en 2008 por el British Medical Journal.

 

Trabajar con mentalidad positiva…

 

Multitud de investigaciones demuestran que las personas que trabajan con una mentalidad positiva mejoran el rendimiento, la productividad, la creatividad y el compromiso.

Cambiar el paradigma de que el éxito proporciona felicidad por el de que la felicidad te conduce al éxito es un nuevo enfoque que quizá no todo el mundo se ha planteado.

Entrenar al cerebro para ser positivo no es diferente de acudir a un gimnasio para poner el cuerpo en forma.

 

El termómetro de la felicidad…

 

Desde 1972, el Instituto de Ciencias Sociales de Chicago hace cada dos años una amplia encuesta en USA para medir la felicidad en base a preguntas que identifican lo felices que se sienten los encuestados. Una cosa muy curiosa es que los porcentajes de los tres grupos de control (muy felices, bastante felices y no muy felices) han tenido escasísima variación en estos cuarenta y cinco años… Un tercio se considera muy feliz; la mitad, bastante feliz y un 15% se queda para los no muy felices.

A la pregunta de qué trae la felicidad, la encuesta sitúa al estar satisfecho con su trabajo en el primer puesto, incluso, por encima de la satisfacción con la vida familiar, que se sitúa en el segundo lugar. El dinero en sí no es un factor decisivo. El estudio también indica que las mujeres somos, en general, más felices que los hombres, aunque los datos indican (en este punto sí que va variando notablemente la encuesta) que sus porcentajes se van igualando.

 

Compartir, una forma demostrada de ser feliz…

 

La neurociencia también revela que hacer cosas por los demás y compartir genera mucha felicidad en la persona.

De hecho, disfrutamos más comprando un regalo a otra persona que adquiriendo algo para nosotros mismos.

Por tanto… ¿estamos buscando la felicidad en los lugares adecuados? ¿O nos empeñamos en buscarla donde más iluminado está?

admin

Mis valores son la flexibilidad, el respeto y la comunicación. Consultora, Formadora y Coach en coaching organizacional, desarrollo de habilidades de dirección y comunicación interpersonal y organizacional. Me entusiasma acompañar en las transformaciones de las personas y las organizaciones a través de la consultoría y la formación.

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