BLOG

17 Jun 2015
Divertirse pero con prudencia - Google Images

Divertirse, sí… pero con Prudencia.

Dada las cercanías de las fiestas más populares de Alicante, las Hogueras de San Juan, propongo una reflexión acerca de los beneficios de la diversión, así como de los peligros del exceso de alcohol, sobre todo en los adolescentes y, dentro de este grupo, en los menores.

Comencemos por la diversión…

¿Qué beneficios aportan unas fiestas como las Hogueras en las que toda la ciudad sale a la calle a disfrutar de ellas?

Si lo analizamos, una fiesta popular que acoge a tanta gente como las Hogueras de Alicante, nos aporta múltiples beneficios emocionales.

Divertirse pero con prudencia - Google Images

Desconexión…

Quizá pongo este beneficio en primer lugar porque lo siento en primera persona. Estas fiestas suponen, para los alicantinos que se echan a la calle a vivirlas, un parón en el agitado día a día profesional.

Muchos de mis amigos me comentan emocionados cómo han cogido estos días de vacaciones para vivirlas en plenitud.

Durante estos días te olvidas de los quehaceres diarios y rompes la rutina, haciendo cosas que habitualmente no haces.

Recordar la Tradición…

Quizá lo más importante de unas fiestas como las Hogueras de San Juan es revivir una tradición que se remonta a 1822.

He de reconocer que cuando vine a vivir a Alicante alucinaba con las Hogueras. En Madrid existe la fiesta de San Isidro, la más grande de la ciudad. Pero se concentra en los alrededores de la Pradera de San Isidro.

Pero cuando llegué aquí y vi la que se montaba en las calles durante varios días y a todas horas, los monumentos, el sentido de los mismos, los desfiles, la pólvora, la pasión de la gente, comencé a sentir cosas que me han hecho entender y vivir intensamente esta fiesta tan poderosa.

Cohesión…

La cohesión es otro beneficio de estas fiestas. La gente se une en las barracas, prepara junta la fiesta, se pasa mucho tiempo en la calle con familia, amigos, conocidos… Son fiestas que, cuando las vives desde dentro, tienden a la cohesión de las personas.

Alegría…

Diversión, risas, alegría en general aportan al cuerpo la segregación de endorfinas que, como ya sabemos, son las hormonas de la felicidad.

En estas fechas, la gente suele aparcar los problemas y sale a la calle a divertirse. Cierto es que hay gente enferma o que lo pasa mal y también hay que tener consideración con ellos. Pero la tónica general son las ganas de pasarlo bien y divertirse con la gente que quieres.

Bailar…

En Hogueras también se baila mucho. Todas las barracas y racós tienen sus orquestas poniendo ritmo a las noches estivales.

El baile es muy beneficioso para la salud mental y ayuda a aliviar el estrés, la depresión y distintos tipos de dolores. Ni os imagináis los estudios y opiniones de expertos que existen acerca de los beneficios del baile para el cuerpo y para el cerebro… Así que en Hogueras… todo el mundo moviendo el esqueleto!!!!

¿Cuál es la otra cara de la moneda?

La cara cruz son los excesos derivados del alcohol… Estamos alegres y, casi sin darnos cuenta, ingerimos más cantidad de la que nuestro cuerpo nos permite y de pasarlo bien, pasamos a pasarlo mal.

El alcohol tiene sus ventajas en su justa medida, pero el consumo exacerbado puede acabar muy mal. Puede generar disputas, malestar corporal o circunstancias más desagradables.

Y en los adolescentes… ¿qué les puede provocar?

Recientemente leía un artículo en Internet en el que hablaba sobre los resultados de una investigación realizada en España con adolescentes que demostraba que el consumo excesivo de alcohol, aunque sea ocasional, provoca problemas de memoria y conductas de riesgo entre los más jóvenes.

El famoso botellón es un fenómeno que ha sido estudiado por expertos de la Universidad Complutense de Madrid, mediante el análisis de la actividad cerebral de 73 estudiantes (chicos y chicas). 35 de ellos admitieron tener borracheras ocasionales y 38 apenas bebían. El estudio revela que cuanto más temprano sea el inicio del consumo de bebidas alcohólicas, más probabilidades hay de que el daño cerebral sea mayor.

¿Y cómo pueden los padres concienciar a sus hijos de la importancia de la prudencia?

Con mucha comunicación, informándose de manera fidedigna de datos y opiniones de expertos y hablando y dialogando mucho con sus hijos para que tomen consciencia. Mejor desde edades tempranas porque ya lo dice la frase… más vale prevenir que curar.

En la prevención se actúa mejor. Cuando aún no se ha producido el daño es más fácil controlarlo.

Conclusión para disfrutar de estas fantásticas fiestas…

Divertirse, sí… pero con Prudencia…

admin

Mis valores son la flexibilidad, el respeto y la comunicación. Consultora, Formadora y Coach en coaching organizacional, desarrollo de habilidades de dirección y comunicación interpersonal y organizacional. Me entusiasma acompañar en las transformaciones de las personas y las organizaciones a través de la consultoría y la formación.

Escribe tu comentario