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08 Ene 2014
La mejor versión de mí mismo.

Hablemos de Coaching…

Hoy quiero presentaros la Certificación en Coaching para el Desarrollo del Capital Humano en las Organizaciones que dirijo.

Pero, para empezar… hablemos un poquito de Coaching

¿Cómo se puede definir el Coaching?

El Coaching es un proceso de acompañamiento del cliente, el acompañamiento de la persona, con el objetivo de que se convierta en una mejor versión de sí mismo.

Como se trabaja con personas, el Coaching es aplicable en el ámbito personal, en el ámbito ejecutivo y también en el ámbito organizacional, es decir, con las personas que componen la organización al completo, que es donde se centra mi especialidad, ya que me encanta trabajar con el desarrollo de organizaciones.

La mejor versión de mí mismo.

El Coaching se fundamenta en que el cliente elige un objetivo que quiere alcanzar (el desarrollo de una habilidad, el desbloqueo de algo que no le está dejando avanzar, el desarrollo de un talento, el aumento de la motivación…). Todos los objetivos  tienen que ver con aquello que depende de uno, que depende de mí mismo, que es, realmente, aquello sobre lo que yo puedo influir. Yo no puedo influir en las cosas de dependen de los demás como que alguien quiera pasar más tiempo conmigo o que alguien me quiera más. En lo que sí puedo influir es en aquello que yo puedo cambiar y que sí depende únicamente de mí. Ahí es donde el Coaching es poderoso y se consiguen unos resultados excepcionales…. Con trabajo y esfuerzo, sí… pero cuando se hace un buen Coaching, la persona no sólo mejora, sino que aprende herramientas que le van ayudar a superar otros obstáculos en su vida.

¿En qué se diferencian los tres ámbitos personal, ejecutivo y organizacional?

Los ámbitos personal y ejecutivo se diferencian, principalmente, en el objetivo elegido. En ambos casos se trabaja ‘one to one’, es decir, el Coach y el cliente. Lo que es diferente es el objetivo, puesto que en el ámbito personal nos vamos a encontrar objetivos como dejar de fumar, comunicarme mejor con mis hijos o con mis amigos, ser más feliz… Y en el ámbito ejecutivo nos vamos a encontrar, normalmente, con objetivos que están relacionados con la mejora de las habilidades profesionales: mejorar mi liderazgo, mejorar la comunicación con mi equipo, con mis colaboradores, aumentar mi eficacia profesional, gestionar mejor mi tiempo…

El Coaching organizacional es más complejo porque se trabaja con equipos y, en el caso óptimo, con la organización al completo. Esto supone tener una visión muy sistémica, de la organización como conjunto para que todos los equipos puedan ir avanzando en la misma dirección y con la misma rapidez.

Este ámbito es el que a mí me apasiona, el que me hace multiplicarme por mil… En las empresas con las que trabajo lo hago desde el equipo de la dirección general, área de ventas, producción… con cualquier equipo que necesite mejorar sus hábitos y sus creencias para conseguir una mayor eficacia y, por ende, una mayor rentabilidad.

En el desarrollo diario de mi trabajo cada vez soy más consciente de que la gente que es más feliz, trabaja más motivada, se equivoca menos y, en definitiva, es más rentable para la organización.

Y, lógicamente, como trabajo con personas, es inevitable que surjan temas personales a lo largo de los procesos.

¿Cuáles son las barreras principales de los clientes?

Los bloqueos de los clientes se producen por tres motivos: por sus creencias (sus pensamientos), sus emociones o sus comportamientos (sus hábitos).

Las creencias que funcionan en nuestro interior pueden ser potenciadoras o limitadoras. Las creencias son pensamientos internos que alguna vez se introdujeron en nuestro sistema, normalmente, en la infancia. Cuando somos pequeños, creemos a pies juntitas aquellas cosas que nos dicen nuestros padres, nuestros profesores, nuestra familia, nuestros amigos… Pero, sin embargo, a los 8 ó 10 años no tenemos el criterio suficiente para decidir si ese pensamiento va con nosotros o no. Y, simplemente, entra en nuestro cerebro y se pone a funcionar ahí de manera automática, sin que lo percibamos. En la edad adulta, hemos de tomar consciencia de si algo que creemos y que nunca nos hemos cuestionado nos está limitando y si es así, hemos de proceder a modificarlo. Porque una creencia no se puede eliminar, sólo se puede cambiar por otra creencia que nos potencie.

Cuando tenemos un pensamiento, interno o porque alguien externo nos dice algo, automáticamente se produce una emoción a ese pensamiento o creencia. Y esa emoción provoca una reacción, un comportamiento, una actitud ante ese pensamiento o creencia.

También podemos influir sobre las emociones, observar en qué parte de nuestro cuerpo se producen y esa forma de manifestarse físicamente será nuestra alarma para trabajar esa emoción.

Y también podemos influir sobre el comportamiento. Cuando detectamos una actitud que no nos gusta ante una situación determinada, podemos obligarnos a actuar de otra manera la próxima vez. De esta manera nos estamos obligando a hacer cosas diferentes, a actuar de una manera diferente. Y esa modificación de la actitud llegará a modificar la emoción o el pensamiento o creencia que la produce.

En definitiva, en los procesos de Coaching nos enfrentamos a desbloquear creencias, emociones o comportamientos que limitan al cliente de las que este no es consciente. Cuando se actúa sobre una de ellas, la creencia, la emoción o el comportamiento, automáticamente, las otras dos se ven modificadas por la relación directa que existe entre ellas.

¿En cuánto tiempo se consiguen los cambios?

En función de la efectividad del Coach, de lo bloqueado que esté el cliente y del trabajo que este esté dispuesto a hacer (lo cual es imprescindible en el proceso), en un proceso de Coaching personal y ejecutivo, yo me he encontrado casos desde un cambio importante en cuatros sesiones, hasta 16 sesiones. Lo normal oscila entre 8 y 12. Más de 20 sesiones es que algo no está funcionando en el proceso.

El Coaching Organizacional es más complejo porque se trabaja con muchas personas a la vez y se comienzan a ver resultados realmente positivos entre los 8 meses a un año de comenzar a trabajar con la organización.

¿Y a a ser Coach se aprende?

Pues sí… como a casi todo en esta vida…

Personalmente siento tanta pasión hacia lo que se consigue con el Coaching que, desde hace ya un par de años dirijo una certificación. Bueno, este año dirijo dos certificaciones…

Una que dará comienzo en Valencia en marzo sobre Coaching Familiar y Educativo, puesto que el equipo docente con el que trabajo creemos firmemente que los padres y profesores pueden hacer mucho por la felicidad de sus hijos y alumnos y esta certificación está diseñada especialmente para ellos, para que dispongan de un conjunto de herramientas con el que desarrollar el potencial y la responsabilidad de sus hijos y alumnos.

Y otra en Alicante sobre Coaching para el Desarrollo del Capital Humano en las Organizaciones, que dará comienzo a finales de enero, cuyo objetivo es formar a Coaches internos en las organizaciones para que se conviertan en mejores organizaciones que aprecien sus diferencias y las potencien, para competir con mayor solidez en unos mercados que, cada vez, son más globales.

De esta última Certificación, se puede ver la información completa aquí.

Después de leer todo esto… ¿te atreves a soñar?

admin

Mis valores son la flexibilidad, el respeto y la comunicación. Consultora, Formadora y Coach en coaching organizacional, desarrollo de habilidades de dirección y comunicación interpersonal y organizacional. Me entusiasma acompañar en las transformaciones de las personas y las organizaciones a través de la consultoría y la formación.

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