La Inteligencia Emocional Corporativa: mejorar las relaciones interpersonales.
Si el desarrollo de la Inteligencia Emocional en cada persona mejora sus relaciones con los demás, podemos trasladar ese mismo concepto a la totalidad de la cultura corporativa de una empresa y conseguir una serie de beneficios muy interesantes para la organización.
¿En qué consiste esto de la Inteligencia Emocional Corporativa?
Es la Inteligencia Emocional aplicada a la empresa. Una habilidad organizacional que desarrollo en las empresas con las que trabajo y con el conjunto de todos los colaboradores de la organización. Es producto de mi experiencia profesional, unida a investigaciones profundas en los diferentes aspectos de la Inteligencia Emocional.
Se basa en la adecuada gestión de la emocionalidad de la organización (de las emociones de las personas y de los equipos) para construir espacios de trabajo más saludables y, en definitiva, más rentables. Porque cuando una persona se siente a gusto en su trabajo, da lo mejor de si mismo.
¿Cuáles son las características más destacables de la Inteligencia Emocional Corporativa?
La primera caracterísitca es la toma de consciencia de la esencia de la organización. La misión, la visión y los valores corporativos constituyen el ADN de cualquier organización, los cimientos sobre los que se consolida la estructura organizacional. Ocuparse de consolidar una cultura potenciadora, innovadora y positiva para la compañía, es el primer peldaño hacia el éxito de la organización.
La segunda característica consiste en desarrollar una buena gestión emocional de los equipos. Los dos aspectos con los que siempre debo trabajar cuando comienzo un proyecto con una empresa son la comunicación y la gestión emocional de los equipos. De manera generalizada cuesta mucho comunicarse adecuadamente y las emociones saltan por los aires en más ocasiones de las que a las élites directivas les gustaría. Una empresa que consigue hacer fluir las emociones en los equipos de una forma espontánea y natural es una empresa más capacitada para afrontar mayores retos.
La tercera característica es el desarrollo y la gestión del talento que permite aflorar pasiones y elevar los niveles de automotivación en las compañías.
La cuarta característica es el reconocimiento de las emociones ajenas, a través del desarrollo de la empatía. Una organización empática es una empresa en la que se tienen en cuenta las emociones de cada miembro del equipo, en la que se desarrolla una buena autogestión de las mismas y los responsables gestionan adecuadamente las emociones de todos los miembros de sus equipos.
La quinta característica es la construcción de buenas relaciones interpersonales. No sólo con los colaboradores de la organización, sino con todos los grupos de interés (stakeholders) de la compañía. Clientes, proveedores, medios de comunicación, instituciones, etc. son los colectivos con los que cada empresa tiene que definir su estilo de relación.
El desarrollo y la consolidación de las cinco características anteriores dotará de coherencia a la empresa y le aportará una mejora de la imagen que proyecta al exterior.
¿Qué beneficios reporta el desarrollo de la Inteligencia Emocional Corporativa?
Antes he mencionado a la coherencia de la empresa en todos sus ámbitos. La coherencia es un valor que cada vez tiene más prestigio en el mundo empresarial. El desarrollo de las tecnologías hace que el cliente tenga más voto que en épocas anteriores y se decida por consumir en aquellas empresas que le hacen sentir una mayor coherencia.
Equipos con mayor nivel de autogestión. En organizaciones donde se desarrolla la Inteligencia Emocional a nivel corporativo aumenta el compromiso de la organización y, en consecuencia, la responsabilidad individual y el nivel de implicación en el proyecto. Un sueño para cualquier empresa. Que sus equipos funcionen de forma autónoma y responsable.
Mejora de la gestión del cambio y la incertidumbre. Cuando el nivel de Inteligencia Emocional es alto, se gestionan mejor los cambios, se convive mejor con la incertidumbre y se tolera mejor la frustración. Al trabajar la Inteligencia Emocional Corporativa, se gestionan mejor los cambios y la incertidumbre en la organización y se desarrolla el intraemprendimiento y la innovación.
Clima laboral más feliz. La Inteligencia Emocional Corporativa permite consolidar culturas con una base de felicidad en las organizaciones. Y esto influye, directamente, en un excelente clima laboral, en la felicidad de los colaboradores (salario emocional) y en la cuenta de resultados (financiera) de la compañía.
¿Cómo pueden desarrollar las empresas su Inteligencia Emocional Corporativa?
En Identidad Organizacional hemos desarrollado un manual que induce a la reflexión sobre todos los aspectos antes comentados y aporta herramientas con las que desarrollar todas las características que afectan al desarrollo de la Inteligencia Emocional Corporativa.
Además, este manual es una guía muy útil para poder elaborar paso a paso un manual que poder utilizar en el día a día de la organización, en la bienvenida de nuevos miembros o en las relaciones interpersonales y organizacionales.
Conclusiones…
La Inteligencia Emocional Corporativa permite devolver a las personas al centro de las organizaciones y conseguir que el engranaje que conforma una organización fluya con soltura para poder afrontar retos mayores y, cada vez, más interesantes.