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29 Oct 2014
Reprogramar Actitudes - Google Images

‘Reprogramar’ nuestras actitudes

Si prefieres escuchar el podcast en COPE Alicante, puedes hacerlo aquí a partir del minuto 43:25.

¿Qué es esto de ‘Reprogramar Actitudes’?

Se trata de la capacidad que tenemos los seres humanos para poder modificar las actitudes que nos limitan para, básicamente, conseguir el éxito. Y cuando hablamos de éxito, nos referimos a todos aquellos estados en los que sentimos satisfacción por la consecución de un reto establecido.

Cuando conseguimos el éxito, nos acercamos más a la felicidad. Cuando no conseguimos el éxito, sentimos decepción, frustración con nosotros mismos.

El hecho de que no consigamos alcanzar los retos que nos proponemos se produce porque existen actitudes que nos limitan.

La buena noticia es que tenemos la capacidad de resetear nuestro cerebro y programar nuestras actitudes para que las nuevas nos permitan conseguir esos retos que nos hemos propuesto.

Reprogramar Actitudes - Google Images

¿Cómo podemos reprogramar una actitud?

Nuestro cerebro influye muchísimo a la hora de reprogramar una actitud. Esto se debe a que el estado reflexivo nos lleva a determinar si el comportamiento que estamos empleando ante determinadas situaciones y circunstancias de nuestra vida nos limita o nos potencia. Si nos potencia, ningún problema. Adelante con el comportamiento que estamos utilizando. Por el contrario, si nuestro análisis nos indica que nos limita, nos hace sentir que no avanzamos utilizando ese comportamiento, nuestro cerebro nos va a ayudar a cambiarlo.

El proceso es el siguiente:

  1. Detectamos el comportamiento, la actitud que nos limita.
  2. Buscamos, mentalmente, una nueva forma de comportarnos que, ante esa misma circunstancia, nos potencie. Es decir, nos ponemos mentalmente en diferentes situaciones cuyo resultado sea el deseado para nosotros.
  3. ‘Obligamos’ a nuestro cuerpo a que ante ese misma circunstancia, nos comportemos de otra manera diferente, decidida y planeada desde el pensamiento.
  4. Repetimos y repetimos ese nuevo comportamiento, esa nueva actitud hasta que la convertimos en un nuevo hábito.
  5. Cuando conseguimos el nuevo hábito, habremos conseguido ‘reprogramar’ nuestra actitud.

¿Y qué ocurre cuando ‘obligamos’ a nuestro cuerpo a actuar de otra manera?

Que si lo hacemos el número suficiente de veces, conseguiremos reprogramar nuestra actitud. Y cuando cambiamos esa actitud, automáticamente, estamos modificando el pensamiento y la emoción asociados a ese comportamiento.

Estos cambios son posibles gracias a la neuroplasticidad cerebral.

¿Qué es la neuroplasticidad cerebral?

Es la capacidad del cerebro para reorganizar y modificar funciones para poder adaptarse a los cambios (externos e internos) a través de la creación de nuevos circuitos neuronales que permiten resolver nuevos desafíos y, además, borran aquellos circuitos neuronales que ya no nos resultan útiles.

La neuroplasticidad cerebral nos abre paso a una nueva dimensión en la comprensión de nosotros mismos, nos permite auto-modelar nuestras conductas para cambiar mediante herramientas concretas para fortalecer las conexiones neuronales que deseamos e ir desconectando las que nos generan bloqueos en nuestro desarrollo personal y profesional.

La neurociencia nos aporta el conocimiento necesario para poder cambiar todas aquellas actitudes que deseemos cambiar en nuestra vida.

¿Qué actitudes nos resultaría de utilidad cambiar?

Los seres humanos tenemos algunas actitudes, algunos comportamientos que, en general, nos limitan a todos…

He seleccionado unas cuantas que, considero, podrían ayudar a nuestros lectores…

Dispersión.

Estar involucrados en muchas tareas a la vez nos agota y, como consecuencia, nos resta eficacia.

Si estamos estudiando y, a la vez, estamos contestando el whatsapp, revisando el muro de Facebook y viendo la televisión, será difícil conseguir nuestro objetivo inicial de estudiar, será muy complicado concentrarnos en el estudio.

La solución reside en hacer una sola cosa a la vez y desactivar todo lo demás. De esta manera, nos volveremos más eficaces en las tareas que realicemos.

Para reprogramar la dispersión, debemos tomar consciencia cada vez que hagamos más de una cosa a la vez y parar, una y otra vez, las tareas secundarias que nos perturban. Lo haremos hasta convertirlo en un hábito.

Procastrinación o postergación.

Esto es algo que hacemos desde niños. El famoso ´mañana lo hago’ nos puede llevar a comportamientos limitantes en la edad adulta.

Para reprogramar esta actitud debemos hacer uso de nuestra voluntad y hacer cada cosa en el momento en que nos hayamos programado hacerla. Y repetirlo y repetirlo hasta convertirlo en un hábito.

Preocupaciones y miedos.

Aunque hay mucha gente que lo considera imposible, en realidad es posible ‘cancelar’ nuestras preocupaciones y miedos.

Las preocupaciones nos restan una energía innecesaria y promueven un estado de ánimo negativo que, además, llega a cansar a nuestro entorno.

Para reprogramar esta actitud limitante podemos proponernos no sufrir por pequeñeces. Preguntémonos ¿qué es lo peor que podría ocurrir? Y, probablemente, con esta pregunta, nos daremos cuenta de la importancia real de esa preocupación o miedo.

Estrés y ansiedad.

Esta actitud está muy relacionada con la anterior. El estrés es la respuesta emocional y fisiológica a las situaciones de alta exigencia a las que nos somete la vida cotidiana. Nuestra mesa rebosante de trabajo, la bandeja de entrada repleta de emails, nuestra agenda congestionada provocan que nuestro cuerpo se ponga en alerta para afrontar algo que no sabemos si superará nuestras fuerzas.

Para reprogramar esta actitud hemos de hacer un esfuerzo inicial y permanente de tomarnos los acontecimientos con calma, relativizar las urgencias y hacer una cosa detrás de otra. Al principio es difícil, pero si persistimos en el tiempo sin decaer, conseguiremos reprogramar esta limitante actitud.

Pesimismo.

“El 31 de diciembre, el optimista espera la medianoche para recibir el año nuevo, mientras que el pesimista lo hace para asegurarse de que el año viejo se acaba” (Bill Vaughan).

Pronosticar en negativo antes de que las cosas sucedan roba mucha energía, estar poseído por el estrés anticipatorio no te deja vivir bien.

Reprogramar esta actitud es posible si nos centramos en las soluciones en lugar de en el problema, si nos rodeamos de amistades agradables en lugar de víctimas del pesimismo, si agradecemos que nos salgan bien las cosas, si sonreímos a las personas que nos facilitan la vida, si establecemos pequeñas metas que nos conduzcan a la consecución de grandes objetivos, si no analizamos todo tanto… Y, además, lo repetimos, lo repetimos y lo repetimos hasta la saciedad para convertirlo en un hábito.

Conclusiones…

El maravilloso funcionamiento de nuestro cerebro nos permite moldearlo como si de arcilla se tratara y nos permite, con esfuerzo, eso sí, modificar los hábitos que nos hacen actuar de una determinada manera.

admin

Mis valores son la flexibilidad, el respeto y la comunicación. Consultora, Formadora y Coach en coaching organizacional, desarrollo de habilidades de dirección y comunicación interpersonal y organizacional. Me entusiasma acompañar en las transformaciones de las personas y las organizaciones a través de la consultoría y la formación.

Un comentario

  1. Sugiero otros aspectos adicionales: a)Mantener respeto hacia los demás, sea cual sea la condición de los otros y las tentaciones u oportunidades que se nos presenten para ser irrespetuosos/ b) Aprender a escuchar con suma atención, esto debe ser una actitud permanente. c) Estudiar, leer, aprender, acumular información y sumar destrezas siempre que el tiempo no los permita. d) Aprender a no decir mentiras nunca así se nos queme el pellejo; esto nos evitará futuros problemas y adicionar más mentiras para sostener a la originaria. D)Hablar sólo lo necesario y de forma coherente.

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