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01 Abr 2015
Hay edad para ser feliz - Google Images

¿Hay edad para ser feliz?

La felicidad es algo inherente a todos los seres humanos porque muchas personas se pasan su vida entera persiguiéndola. ¿Realmente es tan difícil encontrarla? ¿Cómo podemos atraparla?

¿Hay edades predilectas para encontrar la felicidad?

Investigar sobre las mejores edades para ser feliz te da unos resultados muy variopintos.

Por ejemplo, según los resultados de una encuesta realizada por especialistas en la universidad de Yale en la que han participado más de 2.000 personas con más de 40 años, la edad en la que se es más feliz son los 34 años.

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Parece ser que las razones que se deducen de esta encuesta son que se tiene más confianza en uno mismo, se comienzan a tachar algunas metas ‘vitales’ en las listas (como casarse o tener una buena posición profesional), se tiene un equilibrio perfecto entre energía de juventud y un sueldo que permite independencia, entre otras cuestiones.

Y además de a los 34, ¿qué más edades son predilectas para encontrar la felicidad?

Eso es lo curioso… que hay estudios que parecen contradecirse… o complementarse…

Otro estudio, en este caso de la London School of Economics, afirma que la felicidad alcanza sus momentos clave a los 23 y a los 69 años.

Otros estudios apuntan a que los adultos entre 36 y 45 años son los que mejor se sienten, en general…

¿Y qué pasa con los niños? ¿Son felices?

Los niños tienen una mayor facilidad para ser felices. Y además, su grado de felicidad marcará su vida en muchos sentidos. Si queremos construir una sociedad sana, es importante permitir a los más pequeños que se desarrollen en entornos de felicidad.

Y es que, para un niño de entre 3 y 6 años, comienza a tener sentido para él el futuro y es cuando aprende a controlar sus impulsos, entre ellos, su fuerza de voluntad, aspectos que, sin duda, influirán en la evolución hacia la edad adulta.

¿Nos dejamos alguna edad para ser felices?

Realmente, cada edad tiene sus características específicas para poder ser felices.

  • A los 20 años, se es joven y se está en forma y nos gustamos más físicamente. Se tienen más responsabilidades y más libertad. Y estas son características que nos acercan a la felicidad.
  • A los 30, en general, se puede viajar más, se pueden hacer giros en las carreras profesionales para apasionarse de nuevo y se tiene un mayor contacto con la familia, máxime si desarrollas una propia.
  • A los 40 uno se siente más a gusto consigo mismo, se tiene más tiempo para amigos, hijos o nietos y se recupera parte del tiempo que hemos de dedicar, cada uno, a si mismo.
  • A los 50 debe existir una mayor comodidad financiera y emocional, llegamos a liquidar la hipoteca, los hijos van dejando el hueco de la libertad en favor de su independencia.
  • A los 60 o más te puedes concentrar en los hobbies y aficiones, ponerse en forma o llevar una vida más saludable.

Como se puede observar, existen circunstancias que conducen a la felicidad en todas las edades.

A medida que nos vamos sintiendo satisfechos, tenemos relaciones, nos sentimos respetados y provocamos risas y sonrisas en los demás, nos vamos sintiendo más felices.

Y es que, la felicidad es más una cuestión de actitud que de recursos externos. Depende más de cómo nos tomemos lo que nos ofrece la vida que lo que nos ofrece en sí mismo. Está dentro de nosotros conseguirla y si perseveramos lo conseguiremos, independientemente fe lo que nos rodee en el exterior.

¿Qué caracteriza a la felicidad?

En general, la ausencia de sentimientos negativos, sumado a un alto grado de optimismo y satisfacción por la forma en que se vive.

Eduard Punset en su libro ‘El viaje a la felicidad’ define a esta como la ausencia de miedos.

Seligman, el padre de la Psicología Positiva, opina que la felicidad consta de tres componentes: la búsqueda del placer,  el desarrollo de la capacidad interior y ponernos al servicio de algo que nos trascienda en nuestra vida.

¿Y qué beneficios aporta la felicidad?

La felicidad es una sensación de bienestar que está asociada a una mayor longevidad, mejora nuestro sistema inmunológico, acelera la cicatrización de heridas, genera mejores resultados y mejora la capacidad de recuperación cardíaca tras el esfuerzo físico.

¿Y cómo podemos potenciar la felicidad?

Bernabé Tierno nos aconseja amara y cuidar la vida que llevamos, disfrutar conscientemente de las cosas que nos rodean y dejar un ‘buen sabor’ en los demás.

Tener una buena actitud a lo largo de la vida y sonreír mucho nos ayuda a ser más felices y a resolver las situaciones complejas de una manera más sencilla.

Hacer planes que nos interesen nos mantiene felices, además de vivos.

La generosidad y llevar una vida saludable parecen ser buenos para muchas cosas… también para aumentar los niveles de felicidad.

Como conclusión…

Me quedo con una frase de Dani Rovira… ‘Aunque la vida me sonría, yo siempre estoy esperando a que me suelte carcajadas’.

admin

Mis valores son la flexibilidad, el respeto y la comunicación. Consultora, Formadora y Coach en coaching organizacional, desarrollo de habilidades de dirección y comunicación interpersonal y organizacional. Me entusiasma acompañar en las transformaciones de las personas y las organizaciones a través de la consultoría y la formación.

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