Reinventarse y dejar de quejarse…

Hoy vamos a hablar de algo que sigue de moda, reinventarnos… Qué es concretamente, qué nos aporta y cómo podemos hacerlo.

Y, para empezar, ¿qué significa, concretamente, esta palabra tan de moda?

Reinventarse es una palabra que no está recogida en el diccionario (RAE), ni siquiera en la Wikipedia (que es más libre). Sin embargo, como digo, está de moda…

Reinventarse viene a ser algo así como construir una nueva realidad, revisando quién eres y cuáles son tus habilidades, para volver a integrarlas de una manera diferente y hacer aflorar al exterior una mejor versión de ti mismo.

Y reinventarse es una cuestión de actitud, es decidir cómo quiero actuar para que aflore lo mejor de mí.

¿Quién habló por primera vez de reinventarse?

Yo, al primero que oí hablar de este tema es al doctor Mario Alonso Puig, cardiólogo quien, él mismo, un día se reintentó e integró todo su conocimiento de una manera diferente y comenzó a impartir conferencias para compartir con el mundo todo aquello que él sabía, desde otra perspectiva diferente a la cardiología.

Y, en estos momentos… ¿para qué nos puede servir reinventarnos?

Por un lado, para situaciones de desempleo. Quizá este es un punto muy importante… Desgraciadamente, hay mucha gente en esta situación, pero también hay otra mucha que no lo está.

Recuerdo en estos años de crisis haber visto por televisión historias increíbles. Creo recordar que fue en Sevilla donde un tipo que había tenido un bar durante años, lo había tenido que cerrar y había comenzado a hablar con comunidades de vecinos que no tenían portero para ir a una hora determinada y sacar sus bolsas de basura a la calle. El tipo podía comer con eso. Esto es reinventarse. Buscar formas nuevas y originales de no pasar hambre, por ejemplo. Y esto es un caso real, de la calle, de esa calle en la que vivimos tú y yo. Las crisis son duras, sin ninguna duda, pero también es verdad que en ellas se ven cosas geniales, la capacidad de reinventarse de los seres humanos.

Hay una página web que se llama reinvenciones.com donde se cuentan experiencias reales acerca de cómo reinventarse para conseguir empleo e, incluso, puedes publicar ahí tu oferta.

Por otro lado, nos ayuda a enfrentar mejor los cambios en nuestra vida y en nuestro entorno.
Cuando tenemos la capacidad de encontrar una mejor versión de nosotros mismos para afrontar situaciones, todos los cambios que se produzcan en nuestra vida y en nuestro entorno los afrontaremos mejor.

En tercer lugar para evolucionar al ritmo de la sociedad.
Siguiendo en la línea del cambio, hemos de gestionar el cambio continuo en el que vivimos, tanto en nuestro día a día (hablábamos en los programas anteriores sobre los cambios que ha provocado la sociedad 3.0) como en las formas de trabajar. No sé si hay más o menos trabajo, parece que menos, pero lo que sí es cierto es que hay muchas profesiones nuevas, en este momento, que demanda justamente esa sociedad 3.0, profesiones que antes eran impensables… Y en el futuro se demandarán otras muchas profesiones que ahora ni nos imaginamos… Hemos pues, de tener la capacidad de reinventarnos y adaptarnos al ritmo de la evolución social.

Y en cuarto lugar para convertirnos en personas más felices.
Si pensamos que aunque estemos bien nos gustaría estar mejor, tener un trabajo más adecuado a nuestras necesidades personales y aptitudinales, no debemos dejar de luchar por ello. Reinventarse también significa que al pasar a ser una mejor versión de mí misma, de mí mismo, consigo vivir, tanto personal como profesionalmente, más alineado con mis gustos y mis valores y, como consecuencia de ello, viviré más feliz…

¿Qué hemos de hacer para reinventarnos?

En primer lugar, autoconocimiento. Es de suma importancia conocernos y comprendernos para superarnos. Lo hablamos en otro programa donde profundizamos sobre el análisis DAFO personal. Conocer nuestras debilidades y nuestras fortalezas que nos indicarán nuestras amenazas y nuestras oportunidades. Cuanto más francos seamos con nosotros mismos, mejor podremos avanzar, evolucionar, reinventarnos.

En segundo lugar, saltar fuera de la zona de comodidad. Saltar fuera de la zona de confort significa romper hábitos, cambiar rutinas, modificar creencias que nos limitan, hacer cosas diferentes, marcar objetivos, incluso desaprender para volver a aprender de una manera más eficaz. Significa dejar de hacerse la víctima, conocer gente nueva, hacer networking… Y todo ello nos ampliará la perspectiva personal, nos aportará nuevas ideas para hacer nuevas cosas. Saltar fuera de la zona de confort es fundamental para poder reinventarse.

Y en tercer lugar arriesgarse, vencer las resistencias psicológicas al cambio y pasar a la acción, ver qué funciona y qué hemos de mejorar de nuestra estrategia de ‘reinvención’ para conseguir lo que deseamos, un trabajo, ampliar nuestros círculos, mejorar profesionalmente, en definitiva, nuestros propósitos.
Pasar a la acción es tan importante como los otros dos, porque si nos quedamos sentados esperando a que las cosas nos sucedan, nunca ocurrirán como deseamos.

La única forma de construir esa nueva realidad es ponerse en marcha, levantarse y comenzar a poner los ladrillos para construirla.

Como siempre digo, la buena noticia es que podemos hacerlo. La no tan buena para muchos es que hay que remangarse y currar mucho para conseguirlo.

Las veces que yo me he reinventado…

Seguro que han sido más, pero que las vea con nitidez, que recuerde como reinvenciones importantes, en dos ocasiones de mi vida.

La primera, cuando me divorcié. El inicio fue fatídico. Mi vida estaba encaminada en una dirección y, de repente, esa vida se rompió en mil pedazos como si de un espejo se tratara. Me quedé totalmente desestructurada. Y como no podía demostrar mi experiencia profesional porque estaba muy vinculada a mi familia política, no encontraba trabajo y tuve que inventarme una nueva profesión. A aquella época le agradezco que comencé a vender y esto me permitió vivir y comer entonces, ahora y siempre. Como se puede deducir, en este caso, mi reinvención fue por pura necesidad.

La segunda fue hace unos seis años. Y esta reinvención fue un cambio de rumbo profesional. No terminaba de ser feliz con lo que hacía y andaba buscando y buscando… Fue una época de mucha formación: experto de comunicación estratégica de PYMEs  en la UA, practitioner en PNL, certificación en Coaching… Y ocurrió… reorganicé mis fortalezas, definí mi sueño y comencé a trabajar en esa dirección. No fue sencillo y me llevó un par de años la transición que he realizado, pero el resultado es espectacular. Hoy hago lo que me gusta y soy feliz con mi trabajo; esto provoca que dé lo mejor de mí misma en cada formación, en cada supervisión, en cada párrafo que escribo, en cada sesión de Coaching… Y esto lo notan los alumnos y los empresarios… Y la rueda gira en positivo y espero que siga así durante mucho tiempo porque mi proceso de reinvención sigue en activo. Por ejemplo, ahora, realizando el grado de humanidades.

Una vez más digo aquella frase mía de “No digo que sea fácil, digo que es posible”. Y animo a todo el mundo desde aquí a que haga posible aquello que desea.

Y tú… ¿qué haces para hacerlo posible?